La miocarditis, principalmente observada en adultos jóvenes y niños, a menudo progresa a insuficiencia cardiaca y muerte súbita. La Sociedad Europea de Cardiología ha revisado las causas, síntomas, diagnósticos y tratamientos emergentes de la miocarditis, enfocándose en su naturaleza inmunológica, frecuentemente activada por virus sin una interacción directa con los cardiomiocitos.
La identificación de pacientes con miocarditis es crucial debido a su variabilidad sintomática, que puede ir desde asintomáticos hasta aquellos con palpitaciones y arritmias ventriculares severas. Los niveles elevados de troponina son indicativos de daño en los cardiomiocitos.
Las modalidades diagnósticas incluyen:
- Ecocardiografía: Útil para evaluar la morfología cardiaca, excluir causas no inflamatorias e identificar complicaciones.
- Resonancia magnética cardiaca (Criterios de Lake Louise): Eficiente para diagnosticar miocarditis aguda.
- Técnicas nucleares: Preferidas para miocarditis crónica.
- Biopsia endomiocárdica: Considerada la mejor en el diagnóstico, permitiendo una personalización del tratamiento al diferenciar tipos de miocarditis y detectar condiciones específicas como sarcoidosis cardiaca.
Respecto al tratamiento:
- Tratamiento de apoyo: Incluye asistencia respiratoria y medicamentos como vasopresinas o diuréticos, variando según el tipo de miocarditis.
- Prevención de muerte súbita: Uso de desfibrilador cardiaco implantable o terapia de resincronización, no recomendados en casos agudos.
- Inmunosupresión e inmunomodulación: La inmunosupresión es aconsejable solo si la miocarditis no es viral, mientras que la inmunomodulación aún no se establece como tratamiento efectivo.